Precalienta el horno a 180ºC y engrasa dos moldes redondos de 20 cm.
Con una batidora de varillas o si no tienes, con la mano, bate los huevos junto con el azúcar durante diez minutos, hasta que la mezcla esté esponjosa y blanquecina.
Añade la harina tamizada y vierte la masa en los moldes engrasados y espolvoreados con harina, posteriormente ponlos a hornear de 20 a 25 minutos.
Sácalo del horno y dale la vuelta al molde con la base hacia arriba, cuida que te quede plano y deja enfriar durante 10 minutos.
Cuando esté frío, córtalo en dos o tres capas para añadir la nata bien fría junto con el azúcar glas, por último decora con fresas en trocitos.