¿Cómo castigar correctamente a un niño?
Desde muy temprana edad los niños deben aprender que todas las acciones que realizan tienen un efecto, positivo o negativo según como se actúo previamente. Entonces, habrá momentos en los que se obtiene un reconocimiento o recompensa; mientras que en los segundos se tratará de una lección por aprender.
Por años se ha enseñado que el castigo es una especie de penitencia con diferentes grados de gravedad, la cual no necesariamente lleva a un aprendizaje o corrección de determinada conducta. La Real Academia Española define la palabra castigo como una reprensión, amonestación o corrección. Pero avergonzar en público es un ejemplo de castigo negativo, al igual que gritar o maltratar.
Todo esto nos hace preguntarnos si realmente está bien aplicar castigos para niños y en qué momento es oportuno recurrir a dicha práctica. ¡Descúbrelo en este artículo!
¿Cuándo es necesario castigar a un niño?
Culturalmente los castigos para niños se aplican cuando éstos han adoptado un comportamiento inapropiado o quebrantado alguna norma establecida previamente en casa. Por lo general, estas faltas que alteran, por decirlo de un modo, la conducta de los pequeños, están muy ligadas a la cultura, normas sociales e incluso aspectos morales y religiosos.
Partiendo de lo anteriormente planteado, las situaciones en las que se recurre al castigo son tan amplias como las familias que existen. Sin embargo, hay situaciones puntuales que suelen requerir una corrección temprana para promover una buena disciplina en niños:
Cuando se quebranta una norma
Los límites son necesarios para fomentar la disciplina en niños y además es una manera de prepararlos para que sean ciudadanos capaces de respetar las leyes y normas sociales. Por eso, es tan importante actuar cuando no respetan las reglas de casa.
Ante un mal comportamiento
Gritar, colocar los pies sobre la mesa o tomar objetos sin el consentimiento de los padres, son ejemplos de mal comportamiento o conductas inapropiadas en las cuales conviene aplicar un castigo, preferiblemente positivo. Más adelante te explicaremos cómo hacerlo.
¿Cómo castigar correctamente a un niño?
Como se adelantó, hay maneras de aplicar correctivos a los niños sin recurrir a los malos tratos o a alzar la voz. El objetivo es evitar por todos los medios formas negativas de corregir.
La razón es muy simple: cualquier agresión emocional o física genera un daño importante en la autoestima de los niños; con lo cual su desarrollo emocional puede verse afectado a largo plazo e incluso dejar heridas difíciles de sanar. Más que castigos positivos y negativos, hay que poner en marcha diferentes técnicas para guiar el comportamiento de los pequeños, que a su vez incentiven su sano desarrollo. Veamos algunos ejemplos:
Establecer límites
Establecer límites claros es fundamental para trabajar la disciplina en niños. Entonces, lo primero que deben hacer los padres es definir las reglas, las cuales deben ser claras y coherentes; acordes a la edad del niño. Dar el ejemplo es una excelente manera de enseñarle a tus peques cómo deben comportarse.
Controlar tus emociones
Es entendible que puedas perder el control si al llegar a casa encuentras todas las paredes del living pintadas con marcador. Gritar, posiblemente, sea la primera reacción espontánea que experimentes.
Sin embargo, recuerda que el objetivo es no aplicar castigos para niños negativos. Por tanto, antes de tener una conversación seria con tu pequeño, lo primero que debes hacer es respirar profundamente un par de veces hasta lograr un estado de calma. Ten presente que tu rol es educar y guiar desde el respeto.
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Dejar una enseñanza
Cuando se aplica un castigo, el objetivo debe ser siempre dejar una enseñanza. Es decir, el correctivo que se aplica debe ser en cada caso diferente para adecuarse a la situación. Con esto te queremos decir que dejar sin mirar televisión o sacarle por una semana la consola de video, no surte tanto efecto como hacerle limpiar la pared que rayó. Actuar de esta manera, es una clara diferencia entre aplicar castigos positivos y negativos.
Hacerle saber por qué se lo castiga
Siempre se debe actuar en el acto ante una conducta negativa o no deseada. Es muy importante explicarle al niño por qué se le está aplicando el castigo.
- Usa un tono de voz firme pero calmado.
- Se concreto cuando le expliques en qué falló.
Si le das muchas vueltas al asunto pierdes una gran oportunidad de enseñarle que toda acción tiene una consecuencia.
Evitar amenazar
Las amenazas son otro ejemplo de castigo negativo. Es común que algunos padres utilicen este recurso creyendo que así van a evitar un mal comportamiento cuando salen algún lugar público o si van a casa de un familiar.
En esos escenarios aparecen frases como “portate bien porque sino Papá Noel no te traerá regalos” “voy a regalar tus juguetes” o “cuando llegamos a casa ya verás lo que te espera”. Si bien es solo una frase que parece inofensiva, es un claro ejemplo de castigo negativo.
¿Por qué hay que evitarlas? Porque con ello vas a generar que el niño se resienta y comiencen a crecer sentimientos negativos o llegar a pensar que sus padres no lo quieren.
Ejemplos de castigos positivos y negativos
Tal vez la parte más complicada de este asunto sobre el castigo, es elegir el correcto. Veamos entonces algunos ejemplos de castigos positivos y negativos:
Quitarle algo que lo motiva
No llevar al niño a su práctica deportiva, clase de música o dejar de asistir al cumpleaños de su mejor amigo son un buen ejemplo de castigo negativo. Estas medidas no revierten si se peleó en el colegio con un compañero, ni lo van a motivar a ordenar todos sus juguetes una vez que termine de jugar con ellos.
Cuidar el lenguaje no verbal
La frustración y el enojo pueden motivar al niño a decir malas palabras o gritarle a los padres; conductas inapropiadas que por supuesto hay que corregir de inmediato. En este caso, y como ejemplo de castigo negativo, se responde con un grito o un cachetón en la boca. ¿Cómo actuar positivamente en dicha circusntancia?
- Respirar profundo
- Usar un tono de voz firme pero tranquilo
- Decirle al niño “a mamá o papá no se le contesta de esa manera”.
Revertir una acción en el acto
Imagina que llega el momento de prepararse para dormir, pero tu pequeño está tan entretenido que no quiere y en consecuencia tira un juguete al piso. Inmediatamente, debes decirle “el juguete va en la cesta o sobre la cama”. Acto seguido, al pequeño no le quedará más alternativa que cogerlo del suelo y colocarlo en alguno de los dos lugares que mencionaste.
- Reviertes la acción.
- Entiende por qué lo tiene que levantar del suelo.
- Le enseñas que no debe tirar las cosas.
Conclusión
Ahora ya sabes que antes que castigos, lo ideal es aplicar correctivos que reviertan las conductas inapropiadas. Pero sobre todo, es muy importante hacer que entiendan porque están siendo corregidos; además de tratarlos con respeto y cariño para cuidar su bienestar emocional.
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