¿Qué es la arritmia sinusal y cuáles son sus síntomas?
El corazón, como ya se sabe, es uno de los órganos más importantes. Está encargado principalmente de bombear sangre a todo el cuerpo y de esta forma mantener en buen estado cada uno de los órganos. Además, se encuentra dividido en cavidades o cámaras que cumplen con funciones específicas.
El nodo o nódulo sinusal es la zona del corazón responsable de los impulsos eléctricos que viajan hacia las diferentes cavidades del corazón. Este sistema de conducción eléctrica puede verse afectado por alteraciones que conllevan a diversas consecuencias, entre ellas la arritmia sinusal.
En el siguiente artículo conocerás de qué trata esta condición, los tipos que existen, cuáles son sus síntomas y cómo puedes tratarlos. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la arritmia sinusal?
El corazón se divide en cuatro cavidades conocidas como aurículas y ventrículos. Las dos primeras tienen lugar en la parte superior del órgano, mientras que las otras están ubicadas en la parte inferior.
Cada una de estas cavidades cumple una función. Las dos superiores están encargadas de bombear sangre fuera del corazón, mientras que las dos inferiores reciben la sangre que va hacia el mismo. Adicionalmente, la aurícula derecha permite alojar el nódulo sinusal, conocido también como el marcapasos natural del cuerpo.
Este «marcapasos natural» lleva por lo general un ritmo continuo de entre 60 a 100 lpm por minuto. Si esto no sucede, estamos ante un caso de arritmia sinusal.
En la actualidad, se han logrado identificar tres tipos de arritmia sinusal:
- Bradicardia sinusal: condición en la que la frecuencia cardíaca no supera los 40 o 60 lpm por minuto.
- Taquicardia sinusal: se caracteriza por tener una FC superior a los 100 lpm por minuto.
- La arritmia respiratoria o arritmia sinusal respiratoria: condición a partir de la cual se sufren alteraciones conductuales durante la respiración. La frecuencia cardiaca aumenta con la inhalación y disminuye con la exhalación.
¿Cuáles son los síntomas de la arritmia sinusal?
La presencia de ciertos síntomas depende del tipo de arritmia sinusal que estemos tratando. Por ejemplo, la arritmia respiratoria no genera ningún malestar, por lo que es necesario realizar un electrocardiograma o hacer control del pulso para detectar alguna anomalía.
En el caso de la taquicardia y la bradicardia sinusal, sus síntomas pueden variar, pasando de leves a graves. Algunos de ellos son:
Cansancio extremo
Si conoces un paciente bajo esta condición, probablemente has notado que cualquier mínimo esfuerzo puede ocasionar un cansancio intenso, incluso si se trata de ejercicios o tareas cotidianas y de poca demanda.
Este síntoma es uno de los más comunes cuando hablamos de afecciones sinusales y, aunque no representa un factor grave, sí puede deteriorar la calidad de vida.
Dificultad para respirar
La falta de aire es otro síntoma presente en la arritmia sinusal, ya sea por taquicardia o bradicardia. Esto se debe a que el corazón no es capaz de enviar suficiente sangre al resto del cuerpo, lo que se traduce en una disminución de oxígeno.
Esta condición puede agravarse si el paciente padece otras complicaciones que comprometan el sistema respiratorio. Por ejemplo, síntomas de bronconeumonía, asma o bronquitis.
Palpitaciones
Este síntoma es el más conocido y frecuente durante una arritmia respiratoria sinusal. Presenta una secuencia de latidos rápidos y fuertes al momento de realizar alguna actividad física, o incluso cuando la persona se encuentra en reposo. Estas alteraciones conductuales también pueden estar relacionadas con factores como el estrés o el consumo de ciertos medicamentos.
Las palpitaciones o aleteos en el corazón pueden ser incómodas para quien las padece y, aunque en ciertas ocasiones puedan ser normales, son síntoma de afecciones más graves y potencialmente mortales. Acude a un profesional si tienes alguno de estos síntomas.
Síncope o desmayo
El síncope se caracteriza por una pérdida de conciencia repentina en el paciente. Estos episodios suelen presentarse a partir de la dificultad del corazón para bombear la sangre hacia las distintas partes del cuerpo, en este caso, el cerebro. La hipotensión o presión baja, la visión borrosa y el mareo son algunas de las señales previas al desmayo.
Es fundamental controlar este y otros síntomas como mareos o aturdimiento, ya que pueden ocasionar caídas y fracturas de cadera, así como lesiones en tobillos, piernas, espalda o cabeza.
Dolor en el pecho
Este es uno de los síntomas que más preocupa bajo estas condiciones, ya que en muchos casos es indicador de un ataque cardiaco. El dolor en el pecho es consecuencia del esfuerzo que hace el corazón para impulsar la sangre. Lo más recomendable ante este síntoma es llevar un seguimiento de los valores y realizar de forma frecuente un electrocardiograma que descarte cualquier riesgo.
Muchos de estos síntomas no representan un riesgo elevado por sí solos, pero si no se tratan a tiempo con un profesional, pueden desarrollar otras complicaciones más graves para la salud.
¿Cómo tratar la arritmia sinusal en el adulto mayor?
La arritmia sinusal respiratoria en muchos casos no requiere de tratamiento, esto si tenemos en cuenta que puede ser normal dependiendo de la edad y el estilo de vida. Esta condición es mucho más frecuente en niños, jóvenes y deportistas, pero en el caso del adulto mayor, puede ser señal de que su sistema cardiaco se está ralentizando o haciéndose más perezoso con los años.
Si hablamos de bradicardia y taquicardia, el escenario es diferente. Se debe procurar un cambio en el estilo de vida que vaya sujeto a las recomendaciones de un especialista. Algunas de las recomendaciones de los expertos para tratar esta condición son:
Actividades físicas
Realizar cualquier actividad siempre es una buena alternativa para evitar diferentes afecciones. En el caso de la arritmia sinusal es importante contar con la opinión de un profesional.
Alimentación balanceada
Bajo estas condiciones se debe evitar el consumo de ciertos alimentos como: café, alcohol, alimentos altos en grasas y bebidas energizantes.
Revisión médica
Llevar un control con un profesional es lo más recomendable si se sufre de alguna de estas afecciones, así parezcan ser muy leves. Este se encargará de asignar estudios como el electrocardiograma e indicará los tratamientos y procedimientos que se deben seguir.
Conclusión
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