Mitos y verdades sobre la intolerancia a la lactosa en bebés
Existen muchos mitos y verdades alrededor del cuidado de los bebés, y uno de ellos está asociado a su principal fuente de alimentación: la leche. Esto tiene que ver, para ser más precisos, con los azúcares naturales de este alimento y cómo pueden ocasionar la intolerancia a la lactosa.
Este trastorno afecta a una buena parte de la población, y ciertos factores pueden hacer a una persona más propensa a sufrirlo. De hecho, una publicación de la revista española sobre enfermedades digestivas señala que las personas del norte y centro de Europa tienen mayor tolerancia a la lactosa que el resto de la población mundial.
Sin embargo, y aunque se han realizado varios estudios al respecto, siguen habiendo dudas alrededor de este trastorno, especialmente durante los primeros meses de vida. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿pueden ser los bebés intolerantes a la lactosa? ¡Descúbrelo a continuación!
¿Qué es la intolerancia a la lactosa en bebés?
No podemos desterrar mitos ni confirmar verdades alrededor de la leche, sin antes aclarar qué es la intolerancia a la lactosa. Se trata de un trastorno que, tal como explica la Asociación Healthy Children, se manifiesta cuando el organismo no es capaz de descomponer la lactosa en los dos azúcares simples que la componen: glucosa y galactosa.
Se habla de “intolerancia” y no de “alergia”, porque es una patología netamente ligada al aparato digestivo más no al inmunológico. Existen al menos cuatro tipos de ella:
- Intolerancia a la lactosa primaria: suele aparecer en la edad adulta y basta con corregirla o incorporar buenos hábitos alimenticios para disminuir los malestares.
- Intolerancia a la lactosa secundaria: causada por lesiones, patologías o cirugías que afecten la capacidad del intestino de absorber los azúcares de la leche. La parte afectada son las vellosidades del intestino delgado.
- Intolerancia a la lactosa congénita: es una enfermedad autosómica recesiva. Dicha intolerancia puede ser transmitida por cualquiera de los padres. Es muy poco frecuente y se manifiesta en los primeros días de vida del recién nacido. Se caracteriza por una reducción o ausencia de la actividad de la enzima lactasa desde el nacimiento.
La revista médica de pediatría de la Universidad de Chile explica que se trata de un desorden autosómico recesivo muy poco frecuente.
- Intolerancia a la lactosa por deficiencia madurativa: ocurre cuando no se desarrolla correctamente el sistema digestivo, mucho más habitual en bebés prematuros.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa en bebés
Los síntomas de este trastorno son bastantes claros y no varían independientemente de la edad que se tenga. Los bebés intolerantes a la lactosa, ya sea congénita o por deficiencia madurativa, experimentan los típicos malestares asociados al sistema digestivo:
Diarrea
Para ser considerado un síntoma de bebés intolerantes a la lactosa, debe ser grave y ocurrir desde los primeros días de nacidos.
Si es del tipo congénito, también se puede generar intolerancia a la leche materna. Es importante mencionar que es muy poco frecuente.
Cólicos estomacales
Para identificar los cólicos, presta atención a tres conductas frecuentes en el bebé:
- Presenta llanto repentino que puede durar minutos o horas.
- Cierra y presiona los puños.
- Encoge las piernas.
Hinchazón
Posiblemente este sea uno de los síntomas de bebes intolerantes a la lactosa más difícil de detectar, aun así vale la pena conocerlo y detectarlo a tiempo. Se manifiesta cuando la zona ventral es más grande de lo normal.
Vómitos y náuseas
Los bebés intolerantes a la lactosa pueden llegar a tener vómitos en ocasiones. Sin embargo, las náuseas son más frecuentes.
Gases
Este es uno de los mayores síntomas de bebes intolerantes a la lactosa, así como uno de los más molestos.
Si tu bebé presenta alguno o todos estos síntomas, lo mejor es que consultes con un profesional para hacer la prueba de intolerancia correspondiente. Recuerda que, en todos los casos, una buena alimentación es clave para gozar de buena salud. Incluso hay estudios que comprueban cómo la nutrición puede ayudar en la prevención de enfermedades crónicas.
Mitos y verdades frecuentes sobre la intolerancia a la lactosa
Aprende los principales mitos y verdades sobre la intolerancia a la lactosa.
Mito: los niños no sufren de intolerancia a la lactosa
Si bien las personas adultas son las que manifiestan este trastorno en su mayoría, debes saber que también puede darse la intolerancia a la lactosa en bebés, y que esta se divide en dos tipos: congénita y por deficiencia madurativa.
Mito: la intolerancia a la lactosa puede derivar en cáncer
Al ser un trastorno, la intolerancia a la lactosa es una alteración de la salud, más no una enfermedad. Por eso, no es posible que se transforme en una enfermedad grave como el cáncer. Si bien provoca malestares, no significa un riesgo mayor para la salud, a diferencia de otras patologías como la diabetes. Te invitamos a descubrir cómo armar un menú saludable para un paciente con diabetes y de esta forma mejorar la calidad de vida de tus pacientes.
Mito: la intolerancia es alergia a proteína de la leche
¡Completamente falso! Se trata de dos patologías diferentes, aunque se pueden confundir por los síntomas. Sin embargo, como explica Mayo Clinic, la alergia es una respuesta anormal del sistema inmunitario del cuerpo a la leche y los productos que la contienen.
Verdad: los síntomas son parecidos al colon irritable
En algunas ocasiones, ambas patologías pueden presentarse al mismo tiempo. Las dos comparten los siguientes síntomas:
- Distensión abdominal
- Exceso de gas dentro del intestino
- Dolor abdominal
- Diarreas
Verdad: es importante consumir leche
Si tu bebé es intolerante a la lactosa, no significa que debas eliminar la leche de su dieta por completo. Esta debe estar presente dentro de la alimentación de las personas desde los primeros meses de vida, pues es fuente de:
- Proteínas
- Calcio
- Vitaminas, como la A, D y B12
- Minerales
Ante cualquier signo de intolerancia, prueba con las leches deslactosadas, las cuales son más fáciles de digerir al no tener azúcares que provoquen el malestar. Recuerda que siempre debes consultar antes con un pediatra y determinar el tipo de intolerancia que tiene el bebé. No retires la leche materna de manera repentina, ya que es un alimento ideal para la salud y sirve para tratar diversas enfermedades. Su consumo debe ser promovido y preservado siempre que sea posible.
Verdad: hay diferentes grados de afección
La aparición de los síntomas e incluso la intensidad de los dolores varía en cada persona. Hay quienes sienten el malestar de forma instantánea, y otros que lo experimentan pasado el tiempo. La mejor forma de conocer tu grado de intolerancia es consultando con un profesional.
Conclusión
Ahora ya conoces todo sobre la intolerancia a la lactosa en bebés, sus causas y sus síntomas. Si bien no es una condición que ponga en riesgo la vida, te incentivamos a hacer algunos cambios en la alimentación de tu bebé para evitar que los síntomas aparezcan. Recuerda siempre consultar con un pediatra antes de realizar alguna modificación.
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